NO A LA TV ANTES DE LOS DOS AÑOS

Cuando llevé a mi hija de 7 años a consulta de psicología me sorprendí por lo que me comentó relativo a la televisión en los niños. Algo tan común y corriente para mí que nunca lo había pensado. 


Las encuestas indican que casi el 40% de los infantes ven algo de vídeo a los 5 meses, y a los 2 el número aumenta a 90%.

Desarrollo temprano del cerebro

El cerebro de los niños crece profundamente durante los primeros 3 años de vida, con el cerebro triplicando en volúmen solo los primeros 12 meses. La experiencia estimulante de los niños durante este período influye en gran manera en el desarrollo del cerebro. Las imágenes en las pantallas se comportan en maneras que difieren dramáticamente de aquellas en el mundo real. Debido a que todos estamos impregnados en el lenguaje visual de las pantallas, es fácil olvidar aquellas diferencias hasta que pensamos en ellas.


Imagina una pelota en la vida real y una pelota en la TV. Los niños están desarrollando la visión tridimensional. El mundo de la pantalla existe en 2 dimensiones, así que la bola es solamente un círculo de forma plana. Si hace rodar una pelota a través del piso lo hace en un movimiento individual, bajando la velocidad gradualmente hasta que se detiene. La misma acción en la TV se divide, tú ves la pelota que sale de las manos de alguien, luego hay una imagen de esta en movimiento, luego una imagen de la pelota en descanso. 
Si el niño quiere agarrar una pelota en la vida real él se tirará sobre esta, la agarrará o rodará tras ella. La cosa en la pantalla solamente desaparece, para ser reemplazada por otra cosa; nunca pondrá sus manos (o boca) en esta. Los niños miran fijamente los colores brillantes y el movimiento en una pantalla, pero sus cerebros son incapaces de entender el sentido o significado de esas imágenes. 
Toma 2 años completos para que el cerebro de un bebé se desarrolle al punto donde los símbolos en una pantalla lleguen a representar sus equivalentes en el mundo real.
Los niños hasta los 3 años aprenden mejor del mundo real que lo que aprenden de cualquier pantalla, especialmente cuando se refiere a lenguaje. 

¿Dónde está el daño?

La evidencia sugiere que la pantalla que ven antes de los 2 años tiene efectos negativos en el desarrollo del idioma, facilidad para la lectura y memoria a corto plazo del niño. También contribuye a problemas con el sueño y la atención. Si “tú eres lo que comes”, entonces el cerebro es lo que experimenta y el entretenimiento de vídeo es como comida chatarra mental para bebés y niños pequeños.
El problema está no solamente con lo que hacen los niños pequeños mientras ven TV; está en lo que no hacen. Específicamente, los niños están programados para aprender de interactuar con otras personas. La danza de las expresiones faciales, tono de voz y lenguaje del cuerpo entre un niño pequeño y los padres no solamente es hermoso, es tan complejo que los investigadores han registrado estas interacciones en vídeo y lo pasan lento solamente para ver todo lo que está sucediendo. Cada vez que una parte en este baile, niño o padre, está viendo TV, el intercambio se detiene. Un niño pequeño aprende mucho de golpear los sartenes en el piso mientras usted hace la cena que viendo una pantalla durante la misma cantidad de tiempo, ya que de vez en cuando ustedes 2 se ven.
Solamente tener la TV encendida de fondo, incluso si “nadie la está viendo”, es suficiente para retrasar el desarrollo del lenguaje. Normalmente un padre habla aproximadamente 940 palabras por hora cuando su niño pequeño está cerca. Con la televisión encendida, ¡ese número cae a 770! Menos palabras significa menos aprendizaje. Los niños pequeños también aprenden a poner atención durante períodos más prolongados.

Después de los 2 años las cosas cambian, de alguna manera por lo menos. Durante los años preescolares, algunos niños aprenden algunas destrezas de la TV educativa. Los programas bien diseñados pueden enseñar a los niños literatura, matemática, ciencias, resolución de problemas y comportamiento prosocial. Los niños obtienen más de los programas interactivos como Dora la Exploradora y Plaza Sésamo cuando responden las preguntas de los personajes. La TV educativa hace la gran diferencia para los niños cuyos hogares son el menor estimulante intelectual.


Qué podemos hacer

Naturalmente, los niños aprenden más cuando ven TV con un padre en lugar de cuando la ven solos. El contenido importa, y mucho. Todos los programas educan a los niños sobre algo, pero hay que apegarse a los que están diseñados para enseñar cosas a los niños que realmente deben aprender.
Independientemente del contenido, limita el tiempo de TV de su hijo a 2 horas al día. 
 Autor David L. Hill, MD, FAAP
Fuente Dad to Dad: Parenting Like a Pro (Copyright © American Academy of Pediatrics 2012)

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