Continuando con la entrada anterior, mencionaré otros tipos de abuso infantil, entre ellos:
ABUSO SEXUAL
El abuso sexual se define como cualquier actividad sexual que involucra a un niño, el cual es incapaz de dar su consentimiento, (incluye penetración anal/vaginal, contacto orogenital, genito-genital, caricias o tocamientos, visión forzada de la anatomía sexual y mostrar pornografía a un menor o utilizarlo en la producción de pornografía).
Al menos 75% de las víctimas son niñas y hasta 50% tiene entre seis y 12 años. La mayoría de los causantes del abuso son varones conocidos del menor, el padre está implicado en 25% de los casos. Aproximadamente 5-10% de los niños que sufren abuso sexual adquieren una enfermedad de transmisión sexual.
Las víctimas de un abuso sexual pueden presentarse con una gran variedad de síntomas físicos.
A veces acuden para evaluación específica de un abuso sexual o pueden acudir a Urgencias por un problema médico o de comportamiento.
Indicadores de abuso sexual en los niños:
Lesiones en el área genital o anal de aparición
súbita o tardía.
• Enfermedades de transmisión sexual.
• Historia detallada de un encuentro sexual con un
adulto.
• Exceso de curiosidad sexual o alguna forma de
masturbación.
• Aparición reciente de pesadillas, fobias, aislamiento
social o súbito descenso en el rendimiento
escolar.
• Embarazo no previsto.
• Sangrado en la orina, dolor a la defecación, flujo vaginal,
hemorragia vaginal.
LA NEGLIGENCIA O ABANDONO
Es la falta de responsabilidad de los padres que ocasiona omisión ante las necesidades del niño para su supervivencia y que no son satisfechas tanto de manera temporal como permanente.
Cuantos de nosotros hemos visto niños que andan corriendo por la casa sin la menor supervisión, los padres se dedican a sus intereses particulares y delegan la responsabilidad del cuidado de sus hijos a otras personas como los abuelos, tíos, vecinos, etc, quienes por tener también cosas personales que resolver, no se responsabilizan adecuadamente del niño el cual puede sufrir desde accidentes hasta deficiencia o falta de alimentación, incumplimento de los tratamientos indicados para alguna enfermedad, caso común en niños y adolescentes que padecen algún trastorno discapacitante, y que crean en los padres un sentimiento de rechazo y de rencor por tener que cuidarlos y dejar de realizar otras actividades.
Es tan fácil justificar una falta de este tipo, como cuando la madre dice: "yo he hablado con Juanito (Juanito tiene 4 años) y le he explicado que es muy peligroso que se asome por la terraza".
"A mi no me gusta obligarlo a hacer lo que no quiere, por eso lo dejo en libertad, si el quiere correr y asomarse, hay que permitírselo, por que es parte de su desarrollo".
Este tipo de padres tienen un conflicto con su propia paternidad, y no comprenden la importancia de poner límites al comportamiento de los niños.
Importancia que va más allá de una ideología, y que es mas bien una realidad.
Los límites se aplican con amor, con paciencia, pero se aplican.
Hay tantos tristes ejemplos de estas situaciones, de los cuales muchos médicos hemos sido testigos, y aunque seamos juzgados como insensibles, realmente no es así por que la impotencia que se siente al ver llegar a un niño accidentado, quemado, golpeado, fracturado ya sea por negligencia o por otro tipo de maltrato es intensa, sobre todo cuando tristemente vemos como el niño abandona el hospital en compañía de sus padres negligentes y/o abusadores otra vez.
ABUSO PSICOLOGICO O EMOCIONAL.
Estas conductas comprenden insultos, desprecios, rechazos, indiferencia, confinamientos, amenazas, en fin, toda clase de hostilidad verbal hacia el niño.
Este tipo de maltrato, ocasiona que en los primeros años del niño, éste no pueda desarrollar adecuadamente el apego, y en los años posteriores se sienta excluido del ambiente familiar y social, afectando su autoestima y sus habilidades sociales.
MALTRATO SOCIAL
Son las conductas de los padres y de las sociedad que interfieren con el bienestar infantil y
su desarrollo armónico. Éste se presenta en niños en pobreza extrema, que no reciben la educación básica gratuita o atención médica; disciplina autoritaria y excesiva de los maestros, permitidos tanto por la escuela como por los propios padres, así como sacar a los hijos de la escuela y obligarlos
a trabajar para ayudar a la subsistencia de la familia.
CONSECUENCIAS DEL MALTRATO INFANTIL A NIVEL CONDUCTUAL, EMOCIONAL Y SOCIAL EN LOS NIÑOS.
La importancia, severidad y cronicidad de las estas consecuencias depende de:
Intensidad y frecuencia del maltrato.
Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales, etc).
El uso o no de la violencia física.
Relación del niño con el agresor.
Apoyo dentro de la familia a la víctima infantil.
Acceso y efectividad de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En forma temprana, se pueden ver alteraciones en la relación de apego con los padres, y en la autoestima del niño, pesadillas, problemas relacionados con el sueño, pérdida de control en las evacuaciones, enfermedades psicosomáticas como colitis, vitiligo, caída de cabello, etc.
En los niños en edad escolar y adolescentes puede haber: fuga del hogar, conductas autolesivas (rasguñarse o cortarse la piel, intento de suicidio), hiperactividad o aislamiento, fracaso escolar, delincuencia juvenil, consumo de enervantes, depresión, trastornos alimenticios, culpa, vergüenza, etc.
Diversos estudios han señalado que el maltrato continúa de una generación a la siguiente. De forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser el padre maltratador en su vida adulta.
Fuentes:
María Felícitas Guerrero-Cazares,* Francisco Delgado-Guerrero, "Clasificación actual del síndrome del niño maltratado" Rev Hosp Jua Mex 2012; 79(1): 43-47
http://eca-psicologia-psicologia.blogspot.mx/2012/05/sindrome-del-nino-maltratado.html
Psicología ECA Erika Rojas Portilla.
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