LA LACTANCIA MATERNA; UNA VISIÓN DEL POR QUÉ DE SU FRACASO.

La lactancia materna dista mucho de lo que vemos en las fotos, en la televisión.
Ahí siempre vemos a madres jóvenes y guapas lactando bebes perfectos, cándidamente acurrucados en los brazos de su progenitora.





Nada más lejos de la realidad.
Realmente lograr una lactancia exitosa es toda una aventura.
De primera intención, la futura madre debe estar convencida de que realmente lo desea. Existe la posibilidad de que no quiera, y a pesar de existir tanta información sobre las  ventajas de la lactancia materna habrá mujeres que no se salen de su punto de partida: no desean lactar. 
Aquí debemos respetarlas y saber que el hecho de que una madre lacte a sus hijos o no lo haga no la convierte en mejor o peor madre que la que sí lo hace. Es todo cuestión de enfoques.
Pero adentrándonos al tema, que es bastante interesante, arranquemos desde la premisa de que tenemos a una joven embarazada, un tanto inexperta, pero que ama a su bebé.
Ha escuchado cosas sobre la lactancia, pero también ha visto a muchas madres con sus bebés en carritos tomando del biberón y eso la confunde un poco. ¿Qué no era lo mejor la leche de mamá?




¿Por que esa mamá en particular le da biberón a su bebé y parece tan tranquila?
Pero como tiene tantas cosas de que preocuparse en ese momento como los síntomas del embarazo, el entorno social y económico, a veces incluso organizar boda y miles de cosas así, pues no le da mucha importancia a la lactancia. Deja el tema para después. 
Al momento del inicio de trabajo de parto o cuando llega la fecha de la cesárea programada, va muy nerviosa, y cuando nace su bebé se encuentra todavía obnubilada por los anestésicos que recibió, por lo que aunque si le enseñaron a su bebé, realmente si lo volviera a ver no lo reconocería. Entre sueños escucha el llanto de su hijo, y mira con impotencia como las enfermeras se lo llevan, pero no sabe, cuando lo verá otra vez.
Llega a su habitación aún somnolienta, y de repente le informan que su bebé "ya comió" "que no se preocupe".




La joven madre  se pregunta que y como le habrán dado de comer, pero por inexperiencia, por ignorancia de sus derechos, se queda callada y no comenta nada.

El médico que se encarga de ella, va a verla y se despide, dándole el alta. 
Hasta ese momento vuelve a reunirse con su hijo. 
Se lo dan bañado, cambiado de ropa, con pañal limpio, y si es niña incluso ya le han perforado los oídos sin siquiera preguntarle nada a la madre.
Así la joven madre más confundida que feliz, regresa a casa, pensando infantilmente que va a descansar de las 12-16 hrs que ha durado ese trabajo de parto...
Sin embargo, se da de frente y porrazo con la realidad: No hay descanso. Todo lo contrario.
De repente el bebé que dormía plácidamente comienza a llorar de hambre y la madre no sabe ni que hacer, entonces se lo acerca al pecho y su hijo instintivamente toma el pezón con la boca. ¡Qué dolor tan intenso! El bebé se desespera por que de ahí no sale ni gota de leche o calostro o lo que sea que tenga que salir y hace berrinche, se retuerce.
La madre o ambos padres jóvenes están desconcertados y entonces a alguno de los dos se le ocurre la brillante idea de preparar un biberón. No importa, total se lo dieron ya en el hospital....
Ahí comienza el lío de la lactancia.
Pero si lo vemos en forma global, realmente inició mucho tiempo atrás cuando la mujer aún estaba embarazada y no recibió ninguna información sobre la lactancia, o por su elección no le dio importancia a esta acción que es imprescindible en la vida de un recién nacido.
La fiesta de bebé no salio como ella quería por que el pastel no fue decorado a su gusto. 
Los regalos llegaron tarde de la tienda.
Pero de lactancia.... mejor ni hablamos.
Ahora viene la presión social de los opinólogos.
Benditos familiares bien intencionados que se acercan a la madre para "enseñarle a serlo" para "decirle como debe comportarse el niño", para evitar que el bebé se "mal acostumbre a los brazos y/o teta" y un laaaargooo etcétera que no cabría en esta entrada.
Siempre existe la abuela que mete su opinión y comenta que si la madre no tiene leche es por que no se tapo como esquimal al salir del hospital. 
O por que no se alimenta bien, y entonces decide atiborrarla con atoles de masa de maíz endulzados, o con caldos de gallina vieja etc.
Curiosamente ninguno de los trucos antes mencionados funciona y la madre no tiene ni gota de leche.
Cada vez la presión social, pero sobre todo el llanto de su bebé hambriento, la hace sentirse peor y su autoestima baja peligrosamente. Se siente ineficaz como madre, inútil. 
Siente que no es necesaria, que un biberón con fórmula puede sustituirla. 
La depresión esta a la vuelta de la esquina.



Peor es cuando regresa a revisión con su ginecólogo o lleva al bebé con el pediatra por primera vez. Si se ha encontrado con médicos a quienes la lactancia les da lo mismo, entonces, su consejo es dejar de luchar. "Dale la formula, tu bebé va a estar bien".

Efectivamente con y sin lactancia el bebé va a estar bien. Pero la madre no sabe, ni se imagina siquiera el inmenso regalo de salud, amor, bienestar mental y emocional que le esta negando a su hijo. 
Muchas veces durante este proceso, el bebé en cuestión ya pasa del mes de vida y entonces es muy difícil lograr establecer la lactancia. Difícil, si, pero no imposible. 
Este es el objetivo de esta entrada, de este blog. La información a tiempo. La prevención.
Si estás embarazada: plantéate la lactancia materna, bella, limpia, perfecta y natural. Tu lo puedes lograr.
Si conoces a una embarazada, muéstrale este texto, para que reflexione. 
En las siguientes entradas hablaré con ustedes sobre la técnica correcta de amamantamiento y cómo lograr ese noble objetivo a veces tan difícil de alcanzar: La lactancia materna exclusiva.

Si te gustó la entrada, por favor, compártela.
Gracias.

      





2 comentarios :

Val Cabrera dijo...

Que buen post! Si lo hubiese leído seis años atrás, otra sería mi historia de desamor con la lactancia materna, saludos!

Unknown dijo...

Gracias Val por tu comentario
Ahora estás lista para apoyar a otras que estén por recorrer el camino.
Un abrazo :)

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